lunes, 25 de julio de 2011

Semanas y capitales

Bastaron un clamor unánime y un titular de prensa para que la nueva Alcaldesa de Gijón y su inexperto equipo reculasen. Cuando en Avilés nos pusimos de acuerdo para sugerir que la ciudad acogiese la Semana Negra desde 2012, enseguida desde Gijón repensaron lo dicho antes. Algunas y algunos no saben valorar lo que tienen hasta que lo pierden… o hasta que otros lo valoran como se merece.

La Semana Negra exige un trabajo ímprobo y, a mi juicio, es un ejemplo de inversión socialmente muy rentable. Produce ruido, suciedad y algún atasco de tráfico en esos días. Sí. Pero a partir de ahí, todo lo demás son beneficios: empleo, ingresos, actividad económica, cultural y festiva, imagen de ciudad y un largo etcétera. La solución pasa por criticar menos y trabajar más para corregir los defectos. En tiempos de austeridad, contar con eventos consolidados como la Semana Negra es un lujo al alcance de pocos. Podríamos hablar de lo que supone la Semana Negra para Xixón, pero también del Descenso del Sella para Les Arriondes y Ribadesella, San Mateo para Oviedo o el Antroxu y la Comida en la Calle para Avilés.

La corteza de miras y el no ver más allá de lo que el Ayuntamiento pone de subvención (con indudables retornos, no se olvide), significa que la horma de algún cargo de gobierno es más grande que el zapato de la persona que lo ocupa.

Esto me recuerda otro debate que resurge de vez en cuando. Me refiero a los llamados “costes de capitalidad”, sobre los cuales existen varios estudios. Vienen a concluir que las ciudades que son capitales (Oviedo, Santander, Barcelona, entre otras) soportan unos costes diferenciales y, por tanto, deben recibir más recursos de la caja común del Estado. Niego la mayor. Aún asumiendo que esos costes existen, también hay evidentes beneficios que casi nunca se contabilizan. Y para quien no los termine de ver, hagamos una reducción al absurdo. Si mañana Oviedo renunciase a ser la capital del Principado de Asturias, seguro que Avilés y otras villas querrían asumir de buena gana esa capitalidad. Costes incluidos.

Dios da pan a quien no tiene dientes.


Publicado en La Voz de Avilés el 19 de julio de 2011.


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