jueves, 2 de abril de 2015

Reconocimientos y calles


En Oviedo diseñan un pomposo “paseo de la excelencia”. En Gijón andan a la carrera inaugurando calles con nombres de ilustres convecinos (hace unos días, Quini). En Avilés la alcaldesa ha acertado al proponer –y el Pleno al ratificar por unanimidad- la Medalla de Oro de la ciudad a Daniel Alonso, en base a sus méritos empresariales, valores humanos y compromiso con la sociedad local, tal y como reza el expediente de concesión.

Aquí contamos con la ventaja no tener que construir ningún paseo porque tenemos un casco histórico que es el mejor “continente” que se puede desear. El “contenido” lo tendríamos que decidir colectivamente, aunque ya se sabe que no siempre es fácil el acuerdo. Mejor hacer propuestas argumentadas que no someter a escarnio público o a votación en Internet cosas o personas que son patrimonio del conjunto.

¿Qué personajes tendrían que tener su firma –real o figurada- en el cemento, al modo hollywoodiense? Algunos son obvios: Carreño Miranda, Pedro Menéndez, Palacio Valdés, Julián Orbón, Bances Candamo, Sánchez Calvo o Fernando Morán. Todos tienen ya calle, plaza o edificio. ¿De qué ámbitos concretos? El mundo del deporte es muy popular, pero no siempre es el más merecido para los reconocimientos, condicionados por “el último que llega” y el terruño, olvidando valores y logros de alcance universal (véanse algunos desacertados Premios Príncipe de Asturias en la categoría). De ciencia andamos algo más escasos y, además, con la desventaja de que un investigador en su despacho es menos morboso o mediático que un medallista olímpico o un futbolista. Esto debe cambiar.

Al menos, hay dos instalaciones avilesinas que claman por un nombre más adecuado a su importancia: el Instituto Nº 5 y el Complejo Deportivo Avilés. No seré yo quien se atreva a hacer propuestas; ya hay algunas y buenas formuladas en público.

Otra cosa que no es justa: sólo el 8% del callejero de Avilés lleva nombre de mujer, incluso contando el especial esfuerzo que hizo el Ayuntamiento en el nuevo Quirinal y en Valgranda. No incluyo calles como La Libertad, La Paz, La Amistad o La Concordia, valores en femenino, como tantas otras cosas buenas. Este rumbo también tiene que virar, para ir corrigiendo una injusticia histórica.

Última nota. Los homenajes en vida saben mejor, para quien los recibe y para quien los otorga, ya sea a través de honores municipales, premios (por ejemplo, los de LA VOZ DE AVILÉS) o galardones con solera (Sardinas de Oro). En este país se orilla a mucha gente valiosa en plenitud y se les valora demasiado cuando mueren.


Publicado en La Voz de Avilés el 2 de abril de 2015



2 comentarios:

Anónimo dijo...

De acuerdo con el artículo, pero creo que hay injusticias manifiestas como la del Marqués de Teverga, personaje (liberal, aunque no importa la ideología en este caso) clave en la modernización de Aviles (ferrocarril y puerto). Miren ustedes donde han llevado su calle, otrora en el centro de la ciudad (la actual de La Muralla).

Roberto dijo...

Muchas gracias por su comentario. Tiene usted toda la razón sobre el Marqués de Teverga. Y hay algún caso parecido más. Por eso en el artículo propongo abrir un debate sereno sobre el tema, evitando "ferias" de debates y votaciones cruzadas por Internet, tratando siempre de preservar la capacidad de propuesta (razonada y justificada) y la unanimidad o el máximo consenso en la decisión. Los reconocimientos deben estar por encima de cuestiones personalistas o rencillas de otros tiempos.